Dificultad | Fácil |
Tiempo de preparación | 4 horas |
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Ingredientes
BASE
RELLENO
COBERTURA
OPCIONAL
Paso a paso
1. Machacar bien las galletas para que queden en polvo no demasiado fino.
2. Cubrir el recipiente donde vayamos a poner la tarta con papel de aluminio o echar en un recipiente fácilmente desmoldable.
Echar el polvo de galletas en el recipiente.
3. Fundir en un cazo la mantequilla y echar por encima a las galletas.
Mezclar bien, repartir por todo el fondo del molde y prensar la galleta con un cuchara.
4. Meter en el frigorífico un mínimo 15 minutos.
5. Poner en el recipiente de la batidora los 200 g de queso Philadelphia, 500 ml de nata, 250 ml de leche y 3 cucharadas de azúcar. Batir bien hasta que quede todo bien mezclado.
(No hay problema si no queda completamente líquido porque se licuará una vez que incorporemos la gelatina)
6. Disolver la gelatina neutra según las instrucciones dadas por el fabricante.
7. Una vez disuelta la gelatina, incorporar al resto de ingredientes en la batidora. Batir hasta que la mezcla quede completamente líquida.
8. Verter la mezcla con mucho cuidado y poco a poco sobre la base de galleta.
Mi recomendación es hacerlo por una esquina, con cuidado y de forma continua para no levantar la base.
9. Meter en el frigorífico con cuidado de que el recipiente quede recto.
Dejar un mínimo de 4 horas hasta que la tarta quede compacta.
10. Sacar la tarta del frigorífico y cubrir la superficie con la mermelada, repartiendo con una cuchara.
Hay que repartirla por toda la tarta pero con cuidado de no romper la superficie.
11. Se puede desmoldar ayudándonos con el papel de alumnio o dejar en el recipiente.
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